Mejora del suministro de oxígeno al cerebro Uno de los mecanismos clave que sustentan la eficacia de la terapia con oxígeno hiperbárico es su capacidad para mejorar el suministro de oxígeno al cerebro. Al aumentar la concentración de oxígeno en la sangre, la terapia hiperbárica ayuda a compensar la reducción del flujo sanguíneo o del suministro de oxígeno al cerebro que puede producirse en los trastornos neurológicos. Esto puede promover la curación y la regeneración del tejido cerebral dañado, así como mejorar la función cerebral en general.
Efectos neuroprotectores También se ha descubierto que la terapia con oxígeno hiperbárico tiene efectos neuroprotectores, lo que significa que puede ayudar a proteger el cerebro de daños mayores. En afecciones como traumatismo craneoencefálico, accidente cerebrovascular o enfermedades neurodegenerativas, el cerebro suele estar sujeto a estrés oxidativo e inflamación, lo que puede exacerbar el daño. Se ha demostrado que la terapia hiperbárica reduce el estrés oxidativo, suprime la inflamación y promueve la producción de factores de crecimiento que apoyan la supervivencia y la reparación de las células cerebrales.
